Corría el año 1957 y tal vez nadie en Liverpool lo sabía, pero la ciudad estaba por convertirse en protagonista de una de las reuniones más importantes de la historia musical.
La noche del 6 de julio estaba fijado un show de la banda de skiffle The Quarry Men en el jardin de la iglesia de Saint Peter en el marco de la fiesta anual que realizaba esta comunidad religiosa. Resulta ser que John Lennon era el líder de esta banda, cuyo nombre proviene del Quarry Bank High School, colegio al que asistían los integrantes en ese entonces.
Mientras la banda se preparaba para su último show del día (eran 3 shows en total durante la tarde-noche, pero al final terminaron siendo solo 2), uno de los integrantes de la banda cayó con Paul para que los demas miembros lo conocieran. La idea era que Paul muestre algunas de sus habilidades musicales para sumarse a la banda, una especia de audición. Y ahí se tocó unos cuantos temas en la guitarra, sorprendiendo a todos porque además el men era zurdo (!). McCartney bien fachero aprovechó que había un piano por ahí, para mostrarle a todos que también dominaba ese instrumento. Básicamente fue amor a primer acorde…
Luego de eso, los Quarry Men subieron al escenario y tocaron. Por esas cosas increíbles de la vida, a un pibe se le ocurrió grabar el show que quedó inmortalizado. La grabación original sería vendida por 120.000 de los verdes allá por el 94.
Después de este show, John y Paul comenzaron a estrechar vínculos. Un año después, se les uniría George Harrison formando así el trío que en 1960 se convertiría en The Beatles.